Además, murió un indígena por una mina antipersona que fue dejada por el ELN.
12 comunidades indígenas se encuentran confinadas por los enfrentamientos entre grupos armados ilegales que desde hace varios días azotan a Bojayá, Chocó. A eso se le suma que hay minas antipersonas en los alrededores de sus resguardos, según denuncias de líderes embera.
“Ellos en este momento están casi como secuestrados porque los grupos armados les dicen que no se pueden mover, no pueden salir”, denunció Luis Ángel Gindrama, líder indígena y consejero nacional de Derechos Humanos de Gobierno Mayor.
La comunidad indígena en Bojayá pide presencia estatal debido a que ayer martes murió Máximo Baquiaza Rubiano, de 44 años de edad, uno de los indígenas de la comunidad Chano, del resguardo Alto Río Bojayá, a causa de una mina antipersona.
El hecho ocurrió alrededor de las 2:30 de la tarde, cuando Baquiaza se encontraba trabajando en su finca. Allí, sus hijos se encontraron con el artefacto explosivo y comenzaron a jugar con este.
“Sin conocer su uso, se lo pasaron a su padre, quien lo manipuló y este accidentalmente estalló, causando de manera instantánea la amputación de su pierna, el brazo izquierdo y unas heridas de gravedad que pocas horas más tarde le produjeron la muerte”, explicó la Asociación Orewa (Asociación de Cabildos, Autoridades Tradicionales Indígena, Emberá Dóbida, Katío, Chamí y Dule del departamento del Chocó).
Según, Gindrama, la mina antipersona fue dejada en la finca de Baquiaza por miembros de la guerrilla del ELN.
“Mandamos un SOS no solo por el fallecimiento del compañero sino que hay 12 comunidades indígenas confinados porque alrededor tienen minas antipersonas, y también hay presencia de grupos al margen de la ley”, denunció Gindrama.
¿Qué dice el Gobierno?
En su visita a Medellín esta mañana del miércoles, el ministro de Defensa, Diego Molano, se refirió a la situación y dijo que la situación que ocurre en Bojayá y en el Alto Baudó se debe a una disputa entre el ELN y el Clan del Golfo por tomar una ruta de narcotráfico, buscando la salida al Pacífico.
“Es ese narcotráfico que al final ciega la vida de los líderes sociales y de los indígenas como ha sucedido con las minas colocadas en veredas del Chocó y en el Alto Baudó. Eso hace que se generen confinamientos por parte de las comunidades indígenas en esa disputa territorial”, explicó.
Molano anunció que un pelotón de la Séptima División del Ejército entró a la zona y con un grupo de desminado militar. “De modo que con el desarrollo de sus actuaciones y luego de la entrada de la Unidad de Víctimas se pueda garantizar que no se dé el confinamiento”, agregó Molano.
Fuente: eltiempo.com/
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